PARÁFRASIS DE LOS CAPITULOS 4, 5 Y 6
DEL LIBRO: “PSICOLOGÍA DEL MEXICANO EN EL TRABAJO” DEL AUTOR MAURO RODRIGUEZ Y
PATRICIA RAMÍREZ
La
siguiente paráfrasis elaborada por mí, es acerca de tres temas del libro
“Psicología del mexicano en el trabajo” tal como dice el título, lo elabore por
capítulos para su mejor comprensión y para no caer en confusiones, espero que
sea de su agrado.
LOS TRAUMAS A LO LARGO DE LOS SIGLOS
Toda la historia de
México ha sido traumática, desde la conquista de los españoles hemos pasado por
varias situaciones que te ponen a pensar o al menos a mí que hubiera sido de
nosotros sin la llegada de ellos, hubiera sido mejor o peor, pero bueno esa es
una cosa que nunca podremos saber.
De entre todas las
cosas que ha pasado en México, ocho traumas de nuestra historia son los más
notorios que son los que se enlistan a continuación:
1. La conquista
militar.
2. La conquista
espiritual.
3. El mestizaje.
4. La secularización.
5. La independencia.
6. La mutilación del
territorio nacional.
7. La Reforma.
8. La Revolución.
La conquista militar como
menciona la lectura fue una catástrofe que descompuso las bases de la relación
con los dioses, el cosmos y el acontecer temporal. La doble conquista expulsó
al indio como protagonista de la historia; lo borró y anuló. El desarraigo
causó un repliegue y un fastidio vital. La mujer se veía forzada a unirse al
español traicionando su raza y cultura, sus hijos crecían a la sombra de la
madre y lejos del padre, es así como a lo largo de la historia se ha visto el
exceso de madre y la falta de padre. El mestizo era literalmente un “hijo de su
madre”, no aceptado como criollo ni como indio. La mujer era menos que cosa.
Con naturalidad los caciques regalaron a Hernán Cortés a veinte doncellas y él
tomó para sí a Malinche y procreó a Martín Cortés, el bastardo y después ella
fue regalada a uno de sus amigos, esto es algo que yo la verdad desconocía por
completo y creo que muchos al igual que yo no saben por lo que las mujeres
pasaban, y aun así nos siguen tachando como ceros a la izquierda como si no
fuéramos nada y eso es algo que a mí en lo particular me tiene en descontento.
Las ordenes de
franciscanos, dominicos y agustinos, lucharon entre sí para fundar pueblos.
Todos estos pueblos estaban en manos de los religiosos. El Renacimiento
significaba el colapso de la cultura de la Edad Media. A casi 500 años después,
muchas comunidades no se integraban a la sociedad y siguen siendo marginados, y
eso es algo que te pone a pensar ¿en qué momento sucedió todo eso?.
La sociedad del
virreinato, sociedad de castas, dio origen al tipo cínico, pícaro, corrupto, el
llamado pelado. La sociedad colonial era como decirlo, era una sociedad excesiva
y explotadora donde las ejecuciones de los reos se hacían como si fuese un oficio
religioso. En los siglos XVII y XVIII, los trabajadores eran devaluados,
laboraban y mal comían en un ambiente mísero, casi como animales, y yo me
pregunto por qué nadie hacia algo al respecto, tal vez no podían hacer algo
pero por lo menos lo hubieran intentado o algo.
Los indios eran solo
fuerza mecánica aplicada a tareas que determinaban los españoles y para los
intereses de éstos. En 1753, por orden de Carlos III se retiraron a los
misioneros franciscanos, dominicos y agustinos el cuidado de los indígenas, por
lo que muchos quedaron huérfanos y desamparados.
En el siglo XVIII
toman forma los movimientos pro independencia de los criollos a favor de sus
intereses. Para cohesionar a una población escindida por mil desigualdades, los
criollos utilizaron un símbolo religioso-patriótico: la Virgen de Guadalupe.
El bajo clero se
convirtió en un veneno de liberales y el alto clero en conservadores,
declarando fidelidad al rey de España y a la fe cristiana. En 1820, la nobleza
y el alto clero novohispanos hicieron un viraje de 180 grados y adoptaron la
compasión como la causa de la independencia. Encomendaron a Agustín de Iturbide
para que encarnara la insurgencia y consumara la independencia. Después de once
años la independencia se había consumado. Creo que en ese momento brota una contradicción
social: los indígenas tlaxcaltecas consumaron la conquista y los criollos hijos
de españoles consumaron la independencia.
En 1847, el país
sufre la mutilación de más de la mitad de su territorio, que en psicología se
ha considerado como una castración cuyos causantes fueron los vecinos del Norte.
Entre 1854 y 1857, se da la Reforma, se trata de formar un México moderno con
aspiraciones a una verdadera liberación nacional. La Reforma culminó con la
elaboración de la constitución de febrero de 1857. Después me parece que
aparece el Porfiriato con su dependencia y su paz misteriosa.
La Revolución de
1910, considero que fue el gancho de justicia, democracia y libertad. Algo
importante que hay que enfatizar es que durante el siglo XX, México sufrió la
conquista del neocolonialismo del poderoso vecino del Norte, que nos ha
invadido, creándonos actitudes ambivalentes de admiración y de coraje y de
envidia y rechazo. Se sabe que nos controla, manipula nuestra economía y nuestra
política. Al final de los setenta se nos avecinaba otro trauma (que con ese
nombre lo maneja la lectura): las devaluaciones que desintegraron al peso
mexicano y la desvalorización con el consiguiente decrecimiento de los
salarios. Después surge otro problema el del control de la natalidad, que la
sociedad exigía y la iglesia reprobaba, así como al aborto que apoyan otros
mexicanos para apoyar a la albedrío femenino.
Cada mexicano
llevamos en lo profundo de nuestra personalidad los rasgos de aquellos traumas
por los que ha vivido la humanidad en el país. Las mujeres fueron obligadas a
procrear hijos de españoles dando como origen el mestizaje, este hijo era
prácticamente ignorado por el padre entonces crecía apegado a la madre, en eso
podemos basar lo que en la actualidad vemos casi como natural, que el padre
esté más ausente de los hijos y quien se encargue del cuidado de la familia sea
la madre. También las condiciones de los trabajadores de entonces, que eran
infrahumanas quedaron muy marcadas en la mente de los mexicanos, al igual que
la pérdida de parte del territorio del país que ha sido más notoria por el
aumento considerable de la población, surgen así conflictos sociales como el
aborto, tema que hasta hoy es muy discutido o por lo menos en la mente de cada
persona aunque muchos ya no lo exterioricen.
NUESTRA PSICOLOGÍA PROFUNDA
Base de las conductas
de los individuos y de los grupos son, además de los pensamientos conscientes y
claros, las emociones, las necesidades, las carencias y porque no hasta los
conflictos, creo que ha de ser así porque de todo esas características está
compuesto el hombre.
Los condicionamientos que mueven al mexicano a
interpretar la realidad son los que menciono a continuación:
a) La crisis de
identidad. Ambivalencias. Identidad es la conciencia de determinados rasgos
compartidos por la colectividad incluyendo un sistema de normas y valores. El
exponente de la fusión de raza europea e indígena es el mestizo. Este niño
recibía el afecto, la protección y cultura del contacto con la madre indígena y
con frecuencia no conocía a su padre español o criollo. Es ambivalente el
sentimiento del mexicano hacia la mujer; por un lado la respeta y por el otro,
la rechaza. El mexicano no puede concebir la armonía entre el padre violento y
la mujer sumisa a la que adora y odia, se evade refugiándose en el alcohol. El
mexicano experimenta inseguridad, temor, masoquismo, búsqueda del anonimato,
disolverse en un “nosotros”. El mexicano está lejos, de todos y de sí mismo.
Las mujeres han sido consideradas seres inferiores. La crisis de identidad hace
que adopten máscaras: El valemadrismo, los alardes de mostrarse muy hombre, los
desplantes de superioridad y menosprecio, la rebeldía contra el patrón.
Estas poses de dureza
son mecanismos psicológicos para cubrir la debilidad y la confusión. México es
un país de máscaras, porque nadie se muestra como es realmente, usamos máscaras
para adaptarnos al entorno y sentirnos parte de algo.
El doctor Díaz
Guerrero, presenta dos cuadros interesantes por sus contrastes: 1. El
estadounidense: independiente, activo, individualista, firme. 2. El mexicano:
complaciente, obediente, afiliativo, flexible, dependiente, inhibido. Según
Díaz, el gringo es un roble, en tanto que el mexicano es un sauce.
b) Religiosidad, supervisión
y magia. Por un lado la creencia española de la Contrarreforma y de la
Reconquista que era una creencia devota. La conversión masiva por el otro, una conciliación
mal encaminado. El método de las doctrinas trataba a las masas como menores de
edad. Sucedió en una cultura feudal de obediencia y sumisión, presentadas en
nuestra religiosidad:
• Providencialismo. •
Ritualismo mágico. • Superstición mágica. • Tradicionalismo ciego.
• Fanatismo. •
Exhibicionismo; eventos sociales, bodas, bautizos, funerales. • Utilitarismo
c) Actitudes ante el
cosmos y ante la vida. El mexicano es frágil e inseguro, y se empeña por lo
mismo en destacar que “es muy hombre”, desafiando el orden y las leyes. Son
síntomas del machismo los sombrerotes, bigotes, pistola, botella de tequila,
desplantes. La herencia católica ayuda a tolerar pasivamente las situaciones
difíciles y el estrés. El mexicano no puede ni entiende el concepto de
compromiso, confunde las declaraciones de intención con compromisos.
Algo característico de
la cultura mexicana son sus celebraciones, fiestas populares de colorido, que
son las que compensan la estrechez y la carencia. Las fiestas sustituyen a las
vacaciones para la clase popular, el mexicano “echa la casa por la ventana”.
d) Actitudes hacia la
sociedad. La esfera moral. En cuanto a la ética o moral de la población
mexicana destaca el cinismo de todos los días y todos los ámbitos.
• La mordida. • El
soborno. • Las violaciones a la Constitución. • Infidelidad conyugal. • Fraudes
y evasión fiscal. • El cinismo de los gobernados. Un pueblo inmoral para un
gobierno corrupto.
e) El mexicano ante
la muerte. México es un país que celebra la muerte con gran fiesta el 2 de
noviembre. Los aztecas tenían casas de muertos y no solo un cielo y un infierno,
la muerte no era el final de la vida, sino una fase de un ciclo infinito. El
enfoque festivo recibe a la muerte como: la catrina, la pelona. Las personas
rezan y ofrendan a la “santísima muerte”. Desde niños, los mexicanos juegan con
la muerte, con esqueletos de barro o madera atados con hilos, con ataúdes
pintados, chicos y grandes regalan calaveras de azúcar con el nombre de
conocidos y comen pan de muerto. El mexicano ve a la muerte como algo vivo.
Considero que es
contradictoria la forma en que los hombres perciben a la mujer en la
actualidad, puede que la vean independiente, trabajadora, responsables, pero en
ocasiones la atacan diciendo que si es todo lo anterior, entonces no es buena
madre (ya ni decir que consideran que debe ser madre porque es mujer sin pensar
si quiere o no). O buscan mujeres sumisas y luego les dicen que son tontas e
inferiores y las cambian por otras como si fueran objetos. Y para completar
repiten muchas veces y de varias formas expresiones que disminuyen a la mujer
como decir “Mi vieja” tratándolas como cosas de su propiedad, “Palabra de
hombre”; como si la palabra de la mujer valiera menos, “Esto es un desmadre;
dejando claro que está mal hecho u horroroso, “Me importa madre”; para decir
que me importa nada. Y así hay un sin fin de expresiones machistas, pero
después dicen querer mucho a sus madres, esposas, hijas, amigas… El mexicano no
se quiere comprometer, está inmerso en una nube de corrupción, es religioso y
sufre la muerte reciente y festeja la muerte pasada.
LA DEPENDENDIA ANCESTRAL
En el siguiente
bloque podremos analizar cómo, a pesar de la oficial independencia política,
los mexicanos hemos sufrido una virtual dependencia económica respecto a
potencias extranjeras, y diversos tipos de dependencia psicológica.
a) Cuadro general.
México es un país independiente de manera oficial desde 1821. Sin embargo el
mexicano tiene fuertes dependencias: v
Dependencia del gobierno. Paternalismo, presidencialismo, servilismo ante los
poderosos, centralismo. v Dependencia de lo
divino o espiritual. Devociones, promesas y mandas, prácticas supersticiosas y
mágicas, doctrinalismo dogmático que congela las mentes. v Dependencia de la
familia. Padres sobre protectores o dominantes, familias matriarcales,
familias-clan (los hijos se casan pero permaneces con sus padres o con su
ayuda). v Dependencia del
medio ambiente. Suma docilidades el trabajo, resignado y conformado, cae
fácilmente en el chambismo; buscando un “puestito”. v Dependencia de las
tradiciones.
Ritualismos laicos, argumentan el “así se ha hecho siempre” “así
se tiene que hacer”. v Dependencia de la
naturaleza. Tentación de los mexicanos por confiar en riquezas no creadas por
su esfuerzo y trabajo, como el caso del petróleo. v Dependencia de los
poderosos vecinos. Evidente colonialismo cultural, malinchismo, desarrollo del
espanglish. El mexicano es inseguro, tiene baja autoestima, genera gran estrés,
no se involucra a fondo, el subdesarrollo técnico lo lleva al providencialismo,
no lee literatura seria por lo que parece no tener ideas propias.
b) El fenómeno del
paternalismo. No hemos superado el prototipo del padre ausente, que menosprecia
a la mujer, que pide acatamiento y reconocimiento de su imagen de hombre
fuerte, el padre autoritario, agresivo, duro, macho. Con ese patrón crecen los
hijos varones que es probable reproduzcan el modelo. Un pueblo reprimido es
presa del caudillismo y el caciquismo. Parece imposible pensar en gobernantes
demócratas. El político mexicano es un explotador sin escrúpulos, pero cada
pueblo tiene al gobierno que merece.
c) Un pueblo
manipulado. La nación mexicana es una masa manipulada por unos cuantos. Los
mexicanos del siglo XXI somos incapaces de resolver nuestros problemas, que
otros se ocupen de ellos. El pueblo aguanta resignado, como si no hubiera
historia sino destino. Para el mexicano respeto implica obedecer, amar, sentir
afecto. Mientras que para el estadounidense implica; sentido democrático,
admiración, brindar oportunidades, no inmiscuirse en la vida ajena. Los
estadounidenses tienden a ser hombres del futuro, mientras que los mexicanos
tienden a ser hombres del pasado.
Creo que los
mexicanos hemos tenido dependencias desde siempre. En la actualidad dependemos
de los que representan poder, del gobierno, de otros países, de lo que nos brinda
la naturaleza, etc. Por ello nos mantenemos en una actitud pasiva y
conformista, resignados y siempre esperando que otros solucionen nuestros
problemas porque no hemos aprendido a hacerlo nosotros mismos, porque es más
fácil esperar a que otros lo hagan que esforzarnos y luchar por algo que desde
antes consideramos perdido.
ok
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